confusión en mi mente, resbalan ideas
se sueltan solas, las expresión, que se muta en palabras,
para tus oídos necios.
tu escudo imaginario, aquel de latón gastado,
no te protege de mis caricias,
tu sonrisa , una puñalada a mi alma envenenada,
mirarte quiero, mi corazón abierto va,
lo que tus gestos me machacan como papel que no sirve;
mi mar esta calmado, contigo llega la tormenta,
destruyes mis costas como el mejor de los huracanas,
pero aun así mi corazón no te olvida,
ese tonto recuerda los mejores momentos y no los malos.
espada de dos filos me cortas y proteges.
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